Una analogía orgánica de las organizaciones nos dice que
estas deben de ser sistemas abiertos que perciben y responden de acuerdo a los
cambios económicos y las demandas del mercado. Las estructuras organizativas
que derivan procesos rígidos pierden apertura, esto lleva a que la inteligencia
administrativa como las estrategias que nacen internamente se formulen
excluyendo las culturas y motivos de las demandas. Esta es un miopía que sufren
las organizaciones que confunden el crecimiento (capacidad para absorber mas
procesos) de la expansión (capacidad para diversificarse), el sistema entonces
"implosiona", colapsa y se atrofia dando la sensación de desarrollo
cuando la realidad es que ha sido un viaje desde la administración hacia la
administración, no desde la experiencia del consumidor hacia la administración.
Cuando las estructuras organizativas de las organizaciones, se ponen en
resonancia con la experiencia del consumidor,
esto lleva a un desarrollo cuya velocidad será equivalente a la
capacidad de los sistemas de actualizar sus estructuras y responder hacia estas
experiencias, es un viaje lleno de paradojas, pero es ahí cuando nace el
negocio.
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